TURBONEGRO – SCANDINAVIAN LEATHER (2003)

De vez en cuando conviene agarrar un cable pelado y electrocutarse un buen rato. Por eso presentamos este disco de Turbonegro, una banda noruega que tiene con qué convencernos si queremos tener una noche de reviente a puro rock fuerte.

A primera vista, los Turbonegro bien podrían ser parte del staff de un artista que fusione a King Diamond con Gary Glitter. Bueno, es que hay de todo: un cantante con arañas negras pintadas en los ojos -Hank Von Helvete-, un "Navy-boy" maquillado como muñequita de porcelana fina -Happy Boy-, y un barbado leñador llamado Rune Rebellion que ostenta un gorrito con las iniciales F.T.W ("Fuck The World", para ser precisos). Que no les sorprenda entonces la música que sale de este grupo de fenómenos circenses que intenta acercarse a Alice Cooper a su modo, recuperando parte de la oscuridad rockera que se inición con Black Sabbath allá lejos y hace tiempo.

"Scandinavian leather" es eso, un disco negro, pero guitarrero y agresivo ya de por sí en sus títulos ("Turbonegro must be destroyed", "Drenched in blood") que marca el alejamiento de Rune Rebellion de la banda que es amiga del Skater y famoso compañero de aventuras de Johhny Knoxville, Bam Margera. Es más, si alguien vio alguna vez el programa, seguramente sabe de qué hablamos cuando decimos Turbonegro.

En fin, acá les dejamos este álbum de los extravagantes nórdicos. Mucho cuero y sangre coagulada. Y todo eso traducido en rock de guitarras peladas.

Para bajar "Scandinavian leather", de 2003:

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VICTORIA ABRIL - TODOS LOS DÍAS HAGO ESO (1997)

Eternos outsiders del rock alternativo local, los hoy Victoria Mil arrancaron allá lejos y hace tiempo, a mitad de los años noventa. Primero fueron La Nueva Flor, después Victoria Abril. Sin embargo, una demanda judicial llevada a cabo por el entorno de la actiz de idéntico nombre los terminó por definir como lo que son ahora o, por momentos, acotados como V-Mil.

Pero siempre hay una historia que vale tener en cuenta, un pasado más que interesante en donde encontramos este "Todos los días hago eso" de 1997.

En este disco, de tapa azul, figura uno de esos temas que bien podrían haber quedado en la historia de los "One Hit Wonder". Una canción pop hecha a medida del paladar alternativo de la época. Y con ese condimento especial que tienen todas las canciones de esta banda argentina: ironías, pases de factura y críticas que rozan lo ácido.

Dicen los chicos de Adrogué:

"Pierdan la plata/después tendrán mucha/el delirio/en esta época/es tomar conciencia/Hagamos una cita/y yo llevo la cabeza puesta"

Repasando nos encontramos con un contexto particular; años noventa, Argentina en plan Menemista, la locura del Shopping (bien expresada en otros trabajos contemporáneos como Miami, de los Babasónicos) y esa manía de Miguel Castro y Julián Della Paolera de burlarse de la Intelligentzia del rock -en su primer disco como La Nueva Flor figura una canción cuyo nombre es el mismo del creador de "Piano Bar"-.

El resto del disco es más bien "volado". En otras palabras, hay abundancia de temas a la Can, La Düsseldorf y demás bandas Kraut que se nota que han influído en el sonido de los Victoria Mil. También hay algo de ambient -"Miss tics"- y canciones pop sin artificios -"Supersuave"-, aunque la experimentación es la que domina en el recuento final.

Hoy en día, "Todos los días hago eso" es prácticamente inconseguible en formato físico. Es, como se suele decir en las bateas, un incunable del mal llamado "Nuevo Rock Argentino" de principios de los noventa.

Mientras tanto, los Victoria Mil aún se quejan de su suerte de ser una de las tantas joyas ocultas del rock vernáculo, un poco por desconocimiento y otro poco por motus propio.



Para bajar "Todos los días hago eso", de 1997:

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THE DIVINE COMEDY - VICTORY FOR THE COMING MUSE (2006)

El norirlandés Neil Hannon regresaba hace ya tres años con un disco optimista, de paseo, que no deja pasar un segundo sin guiñarnos un ojo.

Si retrocedemos un poco en la historia de su logro personal, The Divine Comedy, nos encontramos que diez años antes había lanzado un disco tan dicharachero que de por si te sacaba una sonrisa escucharlo.

Era entonces 1996 y salía a las bateas “Casanova”, en donde abundaban los debates acerca de la vida después del éxito. Efectivamente, la idea era buscar algo para el fin de semana sin caer en la tentación, recluyéndonos en cabañas donde habitan fantasmas -para más detalles, escúchese “Something for the weekend”, del mismo álbum-.

Pero la realidad es que, una década más tarde, Neil Hannon encontraría su verdadero lugar en el mundo. Luego de varios momentos atravesados por el romanticismo y el sexo, nuestro personaje se convertiría en un crooner alla europea; ahora es un tipo finísimo y casi salido de alguna película de James Bond o, para ser más precisos, en un buen aliado de Danny Ocean en Ocean´s Thirteen.

“Victory for the coming muse” es el ultimo gran trabajo de Hannon (lleno de melodías de alta sociedad, de aristocracia cool como la de Sofía Coppola, que pone el disco de fondo mientras cena con su padre). De él no tenemos tantas noticias. Sólo se sabe que hoy en día se la pasa haciendo música para la televisión británica y para teatro, lo que no es poca cosa.

Sin embargo, de algo estamos seguros: este dandy delgadísimo, tarde o temprano, seguirá haciendo de las suyas.



Para bajar "Victory for the coming muse", del 2006:

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CARLOS CUTAIA - ORQUESTA (1985)

Sin ánimos de ser subjetivos, podemos afirmar que estamos ante el origen del tecno en Argentina. "Orquesta" vendría a ser algo así como el padre de "Es Mentira" de Miranda, "Puntero" de L. Camorra o "Mamma Killer Night" de Capri -y, obvio, me quedo corto-.

Si bien pueden surgir ciertas discusiones (que los pioneros fueron los Virus, que hay otras bandas tecnos que no son reconocidas como fundacionales, como los Sci-Fi Comida China), hay ciertas cuestiones que no podemos dejar de lado al escuchar "Orquesta".

Primero y fundamental, la aparición de Daniel Melero, el cerebro detrás de Soda Stéreo, Babasónicos y Los Brujos, entre tantos otros. El dúo dinámico Melero-Cutaia se luce en este álbum como una pareja sólida, que investiga en algo que aún pocos conocían y que con el correr del tiempo se convertiría en furor local.

En segundo lugar, los climas. Por más que suene trillado, las canciones de "Orquesta" rozan la melancolía -"Sensación Melancólica" lo ejemplifica más que claramente- y llenan tu cuarto de sonidos autómatas, espaciales, carentes de alma. Todo es mecanizado, parece decirnos -mejor dicho, anticiparnos- Carlos Cutaia desde algún rincón blindado.

Futurismo en el mismo camino que los Kraftwerk y algo de autismo sólo comparable con los comienzos de Gary Numan en la Tubeway Army. Imaginen eso mismo adaptado a las tierras criollas, que en 1985 empezaban a entender con más claridad eso de la modernidad.

Para bajar "Orquesta", de 1985:

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THE WHITEST BOY ALIVE - RULES (2009)

Es como si fuera el regreso de los Nerds. Erlend Øye, una de las mitades de aquél proyecto tan alabado como Kings of Convenience, se larga solo en su segunda aventura de solista-bien-acompañado bajo el nombre de The Whitest Boy Alive -recordemos que su primer trabajo como Erlend Øye, “Unrest”, data del año 2003-.

“Rules” (que suplanta en las bateas a “Dreams”) es más de lo mismo, pero mejorado. Sigue la idea de las tapas monocromáticas, con personajes pequeñísimos, casi microscópicos. Esto último también se respeta en el interior del álbum, que tiene una sutileza y una prolijidad únicas. Nada de ruidos molestos, nada de guitarras a la Thruston Moore. Simplemente un par de sonidos digitales purísimos que van de la mano con un ritmo cadencioso.

Bailable hasta el fin, “Rules” te puede hacer quedar bien en una fiesta de cumpleaños o hasta en una muestra de arte local.



Para bajar "Rules", del año 2009:

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WILL OLDHAM - JOYA (1997)

Dícese que se parece a John Frusciante, pero las derivaciones son varias. Este Will Oldham -alias Bonnie "Prince" Billy o Prince Billy, etcéteras más, etcéteras menos- es casi como un Stephen Malkmus/Pavement pasado por el tamiz del malogrado Jeff Buckley. O una cosa así como un Bill Callahan con un poco más de edulcorante. En definitiva, un tipo no tan gravoso como el ex - Smog.

Por tales motivos, es digno de escucharse. Y no es un detalle menor el arte de tapa, tan minimalista como impactante, que recuerda a las carátulas de los viejos vinilos. Tal vez la frase "sencillo, pero eficaz" no quede mejor que en este caso.



Para descargar "Joya", del año 1997:

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