jueves, 27 de mayo de 2010

SLY AND ROBBIE MEET KING TUBBY - REGGAE RASTA DUB (1970): BAJÁ UN CAMBIO

Desaceleramos la máquina un segundo en Escuchando Discos para llenar los oídos con un poco de buen Dub. En este caso, la magia viene de la mano del histórico King Tubby, quien se juntó en 1970 con Sly y Robbie -otros monstruos que trabajaron con tipos como éste- para hacer un disco purísimo en lo que respecta a su género. No por nada, respetan esa curiosa nomenclatura de colocar el término “Dub” antes o después de cada título.

Como era de esperarse, no nos vamos a encontrar con demasiada estridencia; al contrario, en la senda del Dub, viajaremos por caminos de experimentación y de alucinación garantizada. Son diecisiete los parajes en donde King Tubby y sus acólitos desparraman todo lo que tienen a mano para elevarnos lejos de este mundo. Algo de este desparramo se puede encontrar en artistas que le han prestado atención a su música, como los Blur de Think Tank, Gorillaz en Laika come home y Primal Scream en Echo Dek, por citar algunos ejemplos.

Tiempo de viaje en Escuchando Discos, justo cuando vamos a acercarnos un poco más a Sudáfrica y a un Mundial que tiene sus secretos en cuanto a materia musical.
No vamos a adelantar nada, pero alguna que otra sorpresa vamos a encontrar por estos pagos…

Para escuchar Reggae Rasta Dub, de 1970:

http://www.easy-share.com/1910111829/Sly%20and%20Robbie%20Meet%20King%20Tubby%20-%20vol%2017%20Dub.rar

miércoles, 12 de mayo de 2010

NO MORE MR. NICE GUY: DE STEVE NASH A ALICE COOPER

El posteo de la fecha tiene que ver más con la realidad que con cualquier tipo de gusto musical. Vamos a hacer un paréntesis –digamos mejor, un corchete gigante-, para fijar nuestra vista en un problema que superó las barreras del deporte para llegar a ser cuestión de estado.

En los Estados Unidos, hace muy poco tiempo, una ola de preocupación nació a partir de la singular Ley Antiinmigración planteada por la gobernadora de Arizona, Jan Brewer. Básicamente, esta propuesta busca erradicar por completo a los habitantes latinos de aquél Estado, basándose en prenociones absurdas que sabemos clásicas por series o filmes (las drogas, las ropas, las conductas). En pocas palabras, todo mal.

Tal vez por eso nuestro saludo hoy va para el señor Robert Sarver y sus Phoenix Suns, quienes al comando del genial Steve Nash barrieron con un 4-0 a los San Antonio Spurs de Manu Ginóbili y Compañía. Así es, en la mismísima NBA, la mayor liga de baloncesto del mundo, también la cosa está polarizada; Sarver, dueño de los Suns, decidió que el equipo luciera en sus camisetas la leyenda “LOS SUNS” en rechazo a la ley, al mismo tiempo que algunos seguidores les decían a sus jugadores que sólo se limiten a embocar la naranja en el aro.

De esta manera se plantea el escenario en Arizona, que ya tiene un vasto historial en contra de la inmigración y a favor de ciertas conductas racistas. Para más detalles, les recomendamos que se den una vuelta por Cancha Llena, un sitio en donde el periodista Ezequiel Fernández Moores firma una precisa nota acerca de lo que está sucediendo en los Estados Unidos.

Pero como lo que nos ocupa en la música y la proximidad geográfica nos invita a revisar la batea, vamos con alguien que seguro conoce como la palma de su mano a la ciudad del ave inmortal. Nada les digo si les nombro a Vincent Damon Furnier, pero seguro que una sonrisa les disparará el nombre Alice Cooper.

Bueno, la cuestión es que en tierna infancia, nuestro querido Vinnie se mudó de su Detroit natal a Phoenix, lo que nos viene como anillo al dedo para cerrar esta nota “diferente” en Escuchando Discos. Y qué mejor que “No more Mr. Nice Guy” del álbum Billion Dollar Babies (1973) para ilustrar musicalmente tan polarizado escenario.

Definitivamente, esta fue una buena excusa para volver al rock de raíces duras y mirar las noticias del mundo, como diría Freddie Mercury.

Para escuchar Billion Dollar Babies, de 1973:

http://www.mediafire.com/?rzzgm14zymy#1

lunes, 3 de mayo de 2010

EL SUEÑO AMERICANO: ASHES OF AMERICAN FLAGS, DE WILCO (2009)

A esta altura no quedan dudas de que los de Jeff Tweedy pelean mano a mano con Coldplay por ser la banda más significativa de esta última década. Tampoco se puede negar que Yankee Hotel Foxtrot marcó un antes y un después en lo que al género rock respecta. Pero si algo faltaba para decir que a Wilco no hay con qué darle es Ashes of American Flags, un documental realizado por Brendan Canty y Christoph Green que se lanzó el año pasado.




Por esas casualidades de la vida, en una casa de alquiler de DVDS empezaron a rematar las existencias; entre películas que pasaron sin pena ni gloria y joyas como The Big Lebowski aparecía este Ashes of American Flags en su empaque original. Costaba rechazar la oferta –veinte pesos argentinos, una auténtica ganga– y se vino a casa al final, como un premio merecido.

El arranque pone todas las fichas en juego; con la canción que da nombre al documental, presentando uno por uno a los monstruos que se paran sobre el escenario, Wilco es otro de esos grupos a los que todo le sale bien. No llegará a ser un himno letal, ni tampoco será la apertura de algún Juego Olímpico o Mundial, pero el tema ocupa por momentos ese sitial de “canciones épicas” que ostentan “Life on mars” de David Bowie, “Marquee Moon”, de Television o, sin ir tan lejos en el tiempo, “Wake up” de The Arcade Fire.

Justamente, con el correr del disco –la cinta ya murió hace rato, lo siento VHS–, redescubrimos a Nels Cline como el más cercano heredero de Tom Verlaine y Richard Lloyd. Como siempre, una cosa es oírlo en los álbumes y otra bien diferente es verlo en vivo, electrificándose con cada rasgueo a una velocidad que seguro envidiarían los Sonic Youth.

Al costado del escenario, un Jeff Tweedy dejando en claro su posición de frontman, con gritos afónicos y un claro homenaje a Gram Parsons en su vestimenta. El cantante parece casi programado y, como toda la banda, hace lo que tiene que hacer en el momento justo. A veces con mayor o menor alegría, pero con una perfección asegurada (si no me creen, vean las interpretaciones de “Handshake drugs”, “Impossible Germany” o mi favorita, “Heavy metal drummer”).

En el medio, historias perdidas del país del norte. Un tour que enseña, no sólo desde lo musical, sino también desde las pequeñas anécdotas de guerra de los Wilco –postales de Tulsa, apreciaciones musicales y hasta dolores después de tocar en vivo–.

Así, la referencia al título es exacta: son las cenizas de la bandera americana, recogidas por la que hoy por hoy debe ser la mejor banda del mundo. Y eso que el viaje todavía no termina.


Para ver y escuchar Ashes of American Flags, de 2009: este link.